“Todo el Universo es energía. Nosotros mismos estamos rodeados y hechos de energía”.  

La pérdida de energía es algo muy común en nuestro día a día, hay muchas situaciones que nos llevan a ello, una de ellas es el estrés, ya que la energía que se derrocha es muy grande y la que se recoge no siempre lo compensa. 

Otra forma de perder energía es yendo a lugares concurridos, mucho cúmulo de gente en un lugar provoca un gran desgaste energético que puede producir cansancio, sueño, mareos, malestar, dolor de cabeza, etc.

Estar en un lugar con mala vibración o que haya estado tiempo cerrado o que sea antiguo o que haya sucedido algo desagradable en algún momento o que se haya hecho algo negativo en él, pueden ser motivos suficientes para que percibamos un tipo de energía que nos haga sentirnos mal y, por tanto, perder energía. 

La dependencia emocional tanto propia como ajena, debilita mucho, la primera porque el sometimiento al otro con la angustia y el miedo a perderlo, provoca grandes fugas de energía. La segunda, hace que nos sintamos agotados al estar al lado de aquella persona que, por no saber vivir apartados de nosotros, lo que en realidad hace es alimentarse de nuestra energía, son los llamados “vampiros energéticos” o “vampiros emocionales” como los llaman en psicología. 

Además, están las personas que han padecido un trabajo de magia, amarre o maleficio ya sea ritual o mental. Estas personas tendrán muchos problemas y, por tanto, su energía será alterada y robada, ya que no la dieron voluntariamente. 

Esta pérdida podrá provocar enfermedades, alteración de la personalidad, sucesos desagradables, suicidios y hasta la muerte. 

“Todas las culturas han realizado este proceso durante  miles de años, obteniendo excelentes resultados”.

También puede suceder que se tengan presencias de seres astrales o almas, mal llamados espíritus o fantasmas, vinculados al campo energético de la persona o en las casas o edificios.

Estos seres desencarnados se alimentan de la energía de los vivos y muy particularmente de la de los individuos con los que conviva. En este sentido, hay diferentes tipos de entidades, como veremos más adelante. Con unas, las sensaciones serán más leves pero, con otras, serán peores, dependerá de la intención que ese ser tenga hacia la persona de la cual se alimenta. 

“Al igual que podemos vivir estas situaciones  esta problemática desde nuestra propia experiencia, también es posible conectar con estas energías, seres o trabajos a través  de la conexión con las memorias, los patrones, las fidelidades,  los pactos, votos y contratos grabados en nuestra gestación, heredamos de nuestro árbol genealógico o a través de las emociones y energía ancladas en nuestra experiencia de una vida anterior”.

Recuerda que…

“El poder de sanción que te ayuda a transcender cualquier ataqué psíquico o energético, reside solamente en tí”. 

Lo importante es detectar aquellas que nos hacen daño, nos limitan, nos bloquean y tomar la responsabilidad para transformarlas  y transmutarlas, recuperando así nuestro poder personal, nuestra voluntad y nuestro libre albedrío.